Las Bases Orgánicas de 1843 establecieron un gobierno centralista en México con Santa Anna como presidente y Gómez Farías como vicepresidente. Dividió el poder entre los ejecutivo, legislativo y judicial, pero eliminó el principio de soberanía popular. Ratificó la religión católica y abolición de la esclavitud, e instituyó una elección indirecta al Congreso.