El documento habla sobre los discursos del Papa Benedicto XVI ante la estatua de la Inmaculada Concepción en Roma entre 2005 y 2011. Resalta la devoción a María y su papel como modelo e intercesora para la Iglesia. Benedicto XVI agradece a María por guiar a la Iglesia y sostener a los pastores durante los 40 años desde el Concilio Vaticano II.