La monografía aborda la importancia de los biocontroladores en la agricultura, señalando su uso para controlar enfermedades en cultivos mediante microorganismos que no dañan la salud humana ni el medio ambiente. Se discuten los beneficios de estos productos biológicos frente al uso de agroquímicos, destacando su contribución a la sostenibilidad de los agroecosistemas y la reducción de costos en la producción. Además, se expone la necesidad de adoptar prácticas agrícolas que integren biocontroladores para mejorar la salud del suelo y aumentar la productividad.