La ausencia de un marco regulatorio en España está impidiendo el desarrollo del biometano, un combustible renovable obtenido de la depuración del biogás producido por la fermentación de residuos orgánicos. Aunque es una realidad en otros países, en España sólo hay proyectos piloto debido a la falta de incentivos y a medidas recientes que han frenado su progreso. El biometano ofrece ventajas como emisiones casi nulas y menores costes que combustibles fósiles a largo plazo.