Rakesbell, un niño prodigio de hace mucho tiempo, inventó los números para ayudar a la gente a contar cosas como el precio de los objetos, los cumpleaños y los días del mes. Observando objetos de su entorno como palos, patos y la uniceja de su tía, creó los primeros nueve números (1-9) y les dio nombres y valores para establecer un sistema de conteo que benefició enormemente a la sociedad.