La estrategia del océano azul busca crear nuevos mercados sin competencia, a diferencia del océano rojo donde la competencia es feroz y las reglas están establecidas. Se centra en la innovación de valor, donde las empresas deben alinearse en costos y propuesta de valor, explorando no clientes y ampliando los límites del mercado. Cuatro principios guían esta estrategia: crear nuevos espacios de consumo, centrarse en la idea global, ir más allá de la demanda existente y asegurar la viabilidad comercial.