Las celebraciones del Día de la Madre tienen sus raíces en la Antigua Grecia y Roma, donde se rendían homenajes a diosas y se hacían ofrendas. A lo largo de los años, la festividad se transformó en un evento católico y fue institucionalizada en Estados Unidos en 1914 por el presidente Woodrow Wilson, estableciendo el segundo domingo de mayo como el Día de la Madre. En otros países, como Argentina y Brasil, la celebración se realiza en diferentes fechas, destacándose el profundo amor y agradecimiento de los hijos hacia sus madres.