El autor expresa su frustración con las cadenas de correo electrónico que recibe de sus amigos, las cuales contienen advertencias sobre supuestos peligros que lo han llevado a dejar de realizar varias actividades normales por temor. Enumera 15 cosas que dejó de hacer debido a estas cadenas, incluyendo sacar dinero de cajeros, ir al cine, usar desodorante y tener relaciones sexuales. Finalmente pide que no le envíen más cadenas religiosas o mariqueras.