Este documento discute la violencia como un problema mundial de salud pública. Explica que más de 1.6 millones de personas mueren cada año debido a la violencia y que los costos económicos y humanos son enormes. Además, señala que aunque la violencia siempre ha existido, un enfoque de salud pública interdisciplinario puede ayudar a prevenirla y reducir sus efectos mediante el estudio de sus causas, la identificación de factores de riesgo, y el diseño de intervenciones informadas.