El abuelo del autor viajó a un pueblo para conocer a sus futuros suegros. En una fiesta campesina, el jinete de uno de los caballos de carrera del bisabuelo se lesionó, por lo que la abuela ofreció al abuelo como reemplazo. A pesar de su sorpresa, el abuelo aceptó competir bajo presión de la abuela y el bisabuelo. No solo ganó la carrera, sino también el respeto de su suegro y el amor de la abuela.