El documento describe los derechos culturales de los pueblos indígenas y afromexicanos. Estos incluyen el derecho a practicar sus propias tradiciones culturales, preservar su patrimonio histórico y ancestral como lenguas, conocimientos y recursos genéticos, y proteger sus expresiones culturales como música, arte y ceremonias. Los estados deben proteger estos derechos culturales y proveer mecanismos para reparar cualquier violación a ellos.