Kia tuvo problemas de calidad en sus primeros años vendiendo autos en EE.UU., pero implementó un sistema de notificación temprana de defectos usando datos de garantías, repuestos, quejas de clientes y accidentes para identificar y resolver problemas. Esto ayudó a Kia a mejorar drásticamente su calidad, colocándose segundo entre autos compactos en una encuesta de 2005 y alcanzando niveles de calidad similares a fabricantes estadounidenses.