El documento presenta tres ejemplos que demuestran la capacidad increíble del cerebro humano para procesar y comprender la información a pesar de errores ortográficos o de orden de las letras. Primero, menciona un estudio que encontró que el orden de las letras en una palabra no es importante, siempre que la primera y última letra estén correctas. Luego, indica que si se entienden las primeras palabras de un texto, el cerebro podrá descifrar el resto. Por último, presenta un párrafo completo con letras desordenadas