El documento aborda el daño que el chisme puede causar en las relaciones y en la sociedad, enfatizando la importancia de hablar con integridad y de no juzgar a los demás. Se citan múltiples pasajes bíblicos que destacan la necesidad de controlar la lengua y actuar de acuerdo con la justicia divina. Además, se invita a comprometerse con Dios para obtener la fortaleza necesaria para refrenar la lengua y seguir sus enseñanzas.