El documento describe cuatro actividades espirituales (orar, estudiar, meditar y alabar) que acercan al creyente a Dios. Al orar se confiesan los pecados y se pide por otros hermanos, al estudiar se fortalece la fe y se aprende para testificar, al meditar se reflexiona en el sacrificio de Cristo y sus promesas de amor, y al alabar se ensalza el nombre de Dios y de Cristo el Salvador.