La corteza del cíngulo, ubicada en el área media del cerebro, es fundamental para el procesamiento emocional y la conducta, y su estimulación puede provocar diversas respuestas emocionales. Se divide en varias subregiones con funciones específicas relacionadas con el control visceromotor, respuestas afectivas y dolor somático. Estas áreas están implicadas en trastornos como la depresión y el estrés post traumático.