El documento resume la evolución del arte religioso cristiano durante el Renacimiento en Italia. Los artistas comenzaron a valorar más su oficio y buscaron lograr obras cada vez mejores a través del estudio de la realidad. Esto llevó al desarrollo de técnicas como la perspectiva y al enriquecimiento del simbolismo religioso. La influencia de la antigüedad clásica también creció, aunque las imágenes religiosas siguieron siendo representaciones ideales de conceptos espirituales.