Las arquitecturas de sistemas distribuidos se organizan en componentes de software y estilos arquitectónicos. Los estilos incluyen arquitecturas en capas, basadas en objetos, centradas en datos y basadas en eventos. Los sistemas distribuidos comúnmente se organizan usando el modelo cliente-servidor, con clientes solicitando servicios de servidores a través de peticiones y respuestas. Las aplicaciones a menudo se implementan en tres capas: interfaz de usuario, procesamiento y datos.