Las drogas sintéticas se fabrican a través de procesos químicos en laboratorios y pueden ser sedantes, estimulantes, alucinógenos o afrodisíacos. Los síntomas del consumo incluyen agitación, sudoración, palidez, vómito y convulsiones. Generalmente se ingieren en forma de comprimidos o polvos y pueden causar euforia pero también ansiedad, psicosis y depresión.