Este documento discute por qué los conflictos no son inherentemente buenos o malos, sino que dependen de sus consecuencias, y por qué no siempre es apropiado negociar en un conflicto cuando los intereses de las partes son mutuamente excluyentes. También presenta un cuadro para analizar diferentes estrategias para manejar conflictos como imponerse, renunciar, evitar, colaborar o negociar, dependiendo de factores como la urgencia, importancia y posibilidad de resolver el conflicto.