El autor escuchó ruidos en el jardín de su casa y vio a un ladrón afuera. Llamó a la policía pero le dijeron que no tenían patrullas disponibles. Luego llamó de nuevo y mintió, diciendo que había matado al ladrón de un disparo. En menos de tres minutos, llegaron muchas autoridades y vehículos de emergencia al lugar. El ladrón estaba vivo y miraba todo con asombro.