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RUEDA DE PRENSA CIERRE PRESUPUESTO 2011

Carlos Aguirre. Consejero de Economía y Hacienda
Vitoria Gasteiz, 7 de febrero de 2012

He querido comparecer ante ustedes para poner fin a una
campaña de insidias sobre la solvencia del Gobierno vasco, que
afectan al conjunto de Euskadi. Estos últimos días se ha orquestado
una campaña de desprestigio dañando la imagen del país, y
poniendo en riesgo su credibilidad exterior:

No sé qué es lo que buscan. ¿Que los vascos tengamos que
pagar aún más cara la deuda pública? Todos somos conscientes
de que todo rumor, toda duda de la situación y la solvencia de un
país pone en marcha ataques durísimos que al final dañan los
intereses del país. Lo hemos visto repetidas veces durante el último
año en diferentes países.

Esperábamos que el tiempo impusiera la razón. Pero ha sido
al contrario: justo al siguiente día de que las empresas de
calificación dieran una nota solvente al Gobierno Vasco, por encima
incluso de España, caso único en la calificación de regiones o
autonomías, Iñigo Urkullu lanza una bomba mediática que genera
incertidumbre, desconfianza a la ciudadanía y a las empresas, y
que ha producido, sin duda, un enorme daño a la solvencia exterior
de Euskadi.

El Sr. Urkullu ha roto las normas mínimas de lealtad,
difundiendo conversaciones privadas, manipulando y mintiendo
sobre éstas; con el agravante de que no es lo primera vez que lo
hace.

Y quiero manifestar que es radicalmente falso que el Gobierno
vasco haya hecho una “llamada desesperada” pidiendo ayuda y

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diciendo que la situación del Gobierno vasco era de “emergencia” y
“quiebra inminente”. Es radicalmente falso.

Las declaraciones del Sr. Urkullu son de una enorme
irresponsabilidad. No puede pretender desgastar al Gobierno
poniendo en riesgo el país. No puede pretender llegar al poder al
precio de generar tensiones en la deuda pública vasca, y de cerrar
aún más los créditos a las empresas y familias. No puede intentar
tumbar el Gobierno desde la oposición al precio de hacer pagar un
alto precio a toda la ciudadanía y poner en riesgo la recuperación
de la economía vasca.

Por ello, y para despejar todas las dudas, les informaré de
forma detallada de la situación presupuestaria y financiera en la
actualidad.

Este Gobierno Vasco es el más austero.

No ha habido ni va a haber un gasto desbocado en este Gobierno:
todo lo contrario. El Gobierno Vasco actual ha sido el que ha
iniciado las medidas de austeridad y ajuste en el gasto. Es una
política novedosa que el anterior Gobierno no supo poner en
marcha cuando debía. Por el contrario, los cinco últimos años del
anterior Gobierno fueron de un incremento imparable del gasto
público: casi una media del 10% anual. Y sólo con la llegada del
actual Gobierno se inicia no sólo una moderación en su incremento,
sino, literalmente, una disminución del gasto público, a pesa de
atender necesidades crecientes.

Sólo tres datos para que puedan evaluar el impacto del
cambio de políticas y de austeridad: del 2005 al 2009, el incremento
de gasto de Sanidad fue del 50%; el de Educación un 40%, y en
gastos de personal un 35%. Nuestro Gobierno ha reducido el gasto
en los tres apartados y en la inmensa mayoría de los otros. Pueden
comparar los presupuestos aprobados para el 2009 y el 2012.

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El último año de la legislatura anterior, el 2008, el Gobierno
Vasco gastó 837 millones más de los que ingresó. Y eso que eran
tiempos buenos. Y eso que decían que aquí no había crisis.

Para entonces, el Gobierno Vasco ya sabía la gravedad de la
crisis en Euskadi, que negó de forma reiterada: pero no paró la
máquina de gastar.

Pero es que en 2009 nos dejaron en herencia un presupuesto
lanzado que era imposible de cuadrar. De hecho, todo el problema
actual se genera ese año, donde se produce un desajuste entre
ingresos y gastos de 2.600 millones de euros. Un desajuste que,
ciertamente, está costando remontar.

Por eso, este desde el primer día, este Gobierno Vasco puso
en marcha medidas de ajuste y austeridad

Por tanto, no es verdad que el Gobierno Vasco haya
gastado de forma descontrolada.

Ha respetado de forma escrupulosa los gastos autorizados por el
Parlamento Vasco; es más, ha hecho ajustes y reducciones en el
gasto autorizado por el Parlamento, como conocen ustedes.

El presupuesto actualizado para el ejercicio del 2011 era de
10.773 millones de euros y, aunque no está cerrada aún la
liquidación, sí puedo decirles que dejaremos de gastar en torno a
600 millones de euros correspondientes a ese año. El Gobierno
Vasco si ha respetado las previsiones de gasto, haciendo incluso un
ahorro extra. Pero, desgraciadamente, las previsiones de ingresos
no se han cumplido.

En Euskadi la previsión de Ingresos se acuerda entre el
Gobierno Vasco y las tres Diputaciones Forales, en el Consejo
Vasco de Finanzas.

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La previsión de ingresos que acordó el CVFP en octubre de 2010
para elaborar los presupuestos de 2011 fue de 12.500 millones de
euros, y esa es la cantidad que se utilizó para elaborar los
presupuestos en el Parlamento y en las tres Juntas Generales, así
como en el conjunto de Ayuntamientos. Pero la recaudación final ha
resultado ser de 11.480 millones, mil millones menos de la
inicialmente prevista. Difícilmente se puede decir que se han
cumplido de forma escrupulosa las previsiones de ingresos.

Todas las Administraciones estamos sufriendo la caída constante
de la recaudación, una cuestión que al Gobierno le preocupa. Pero
también hay que decir que, a pesar de las dificultades generales,
estamos manteniendo los servicios públicos, las ayudas a la
economía y las inversiones públicas. Y quiero recordar la situación
muy problemática en muchos ayuntamientos de Euskadi.

Pagos

Otro aspecto que salido en estos últimos días es el de los
pagos. A este respecto quiero decir que Euskadi es la Comunidad
Autónoma que mejor y más rápido paga a las personas y a las
empresas.

Durante el año 2011 el Gobierno Vasco ha hecho un gran
esfuerzo en pagar de forma rápida a sus proveedores, sabiendo
que, en la actual situación de dificultades de crédito, el cobro rápido
es vital para las empresas. Nunca en toda su historia ha pagado
tanto y tan rápido el Gobierno Vasco.

Los plazos medios de pago son los siguientes:

37 días en Euskadi, 142 en el resto de CCAA y 170 en los
ayuntamientos de España.

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Pero es que este año hemos hecho un esfuerzo extra: a 31 de
diciembre de 2011 el Gobierno vasco había pagado de forma
efectiva 9.022 millones de euros, el 87,6 % de las obligaciones
reconocidas; el año 2008 fue de 76,6% y esa es la media de los
años anteriores. Nunca en su historia el Gobierno Vasco ha pagado
tanto y tan rápido. Todos los años, todos, el porcentaje de gasto no
pagado a 31 de diciembre ha sido sustancialmente mayor que este
año.

También es falso que tengamos problemas graves de
tesorería y que se hayan bloqueado los pagos por falta de liquidez:

Entre el 12 y el 31 de diciembre se realizaron un total de
18.910 operaciones de pago por un total de 1.116 millones. En 19
días se pagaron más de 1.100 millones de euros. No me parece
que eso sea bloquear los pagos.

Durante el mes de enero de este año se han realizado un total
de 7.219 operaciones de pago por un total de 335 euros.

Y como dato para aclarar otras informaciones insidiosas
lanzadas quiero darles la siguiente información:

El día 15 de diciembre se realizaron tres operaciones de pago
correspondiente a los gastos de farmacia del mes de noviembre por
una cantidad total de 45.9 millones. Y el 25 de Enero de este año,
otras tres operaciones, correspondientes a los gatos de diciembre,
por un total de 46.3 millones.

Quien ha difundido que habíamos paralizado los pagos de
farmacia, simplemente, mentía. No hay ninguna administración que
pague en esos plazos los gastos farmacéuticos. En todo caso, las
empresas farmacéuticas deberán ratificar si prefieren trabajar con la
Administración de la CAE o con otras.

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Y asimismo la situación de tesorería es de normalidad.

El 31 de diciembre la suma de saldos de las cuentas del
Gobierno Vasco era de 648.7 millones y a 31 de enero de este año
era de 627.6 millones. Y a esto habría que sumarle las cuentas de
tesorería de las empresas públicas, no contabilizadas en estos
totales. Y esto sin haber recibido aún la primera aportación del año,
que se realiza a primeros de febrero.

Tal es así que el pasado viernes concedimos a las Diputaciones
Forales un aplazamiento de la primera aportación, por valor de 310
millones de euros. Es algo que hacemos de manera discreta y
tradicional, que es como entiendo se deben hacer estas cosas.

Por todo ello, quiero terminar denunciando a los grupos y partidos
que ponen en riesgo la credibilidad de Euskadi. La credibilidad es
una seña de identidad de nuestro país, que ha costado muchos
esfuerzos a las empresas y administraciones, que han demostrado
responsabilidad y austeridad en el gasto a lo largo de esta crisis.

En los mercados financieros existe un factor básico: el riesgo
reputacional, que resulta fundamental para conseguir mejores
precios y condiciones. Y esto es lo que ha querido destrozar el
PNV, lanzando un torpedo en la línea de flotación de las finanzas
vascas. Un torpedo, además, sin ningún fundamento.

Las declaraciones del Sr. Urkullu han sido de una frivolidad
incalificable y ponen en riesgo nuestra estabilidad presupuestaria y
el esfuerzo colectivo para mantener la reputación de la economía
vasca. Todos sabemos lo caras que se pagan estas veleidades
frente a los mercados.

No se puede hacer oposición poniendo en riesgo el bienestar
colectivo y la financiación de las empresas del país. Porque eso es

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lo que ha hecho. La falta de credibilidad de un país o una región
afecta a las cuentas públicas, pero afecta también de forma directa
a las posibilidades de acceso al crédito de las empresas y familias.

No hace falta que les recuerde que el Gobierno Vasco, a
través de sus diferentes programas de promoción empresarial,
impulsa, apalanca y avala proyectos e iniciativas en una labor
proactiva para que nuestro tejido productivo compita y crezca en
este mercado global tan complejo y cambiante, y que cuando se
ataca al Gobierno de esta forma y con tanta violenta de forma
irresponsable y demagógica se ataca al conjunto del tejido
productivo vasco. Esto lo comprende cualquiera.

Hay que pensar mejor las cosas, porque no todo vale. No se
puede poner el prestigio y el crédito de Euskadi al nivel de Grecia,
que es lo que se ha hecho al hablar frívolamente de riesgo de
“quiebra inminente”.

Buscando ventajas partidistas, el Sr. Urkullu ha actuado con
una irresponsabilidad absoluta, y le pido una rectificación pública de
sus declaraciones, para que la sociedad vasca no tenga que pagar
por su frivolidad.

Estos son los datos verdaderos. Esta ha sido la actuación del
Gobierno Vasco. Han visto que hemos reducido los gastos. Que
hemos adelantado los pagos para ayudar a los proveedores. Pero
los ingresos han caído y siguen cayendo.

Lo que pone en riesgo la estabilidad de las cuentas públicas no es
el descontrol en el gasto por parte del Gobierno, sino la disminución
drástica de los ingresos. Esa es la verdad. Una verdad que el
Lehendakari ha venido defendiendo de forma reiterada. El Gobierno
Vasco ha planteado, desde hace tiempo, la necesidad de revisar
nuestra fiscalidad con tres objetivos:

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-Reducir el fraude para establecer un modelo fiscal más justo,
donde contribuyan todos los que tienen que hacerlo. Esto es un
principio básico de solidaridad.

-Transformar el modelo para hacer el sistema más justo, para
que todo el mundo pague de forma proporcional y progresiva de
acuerdo a sus rentas reales, y no sólo los que están sujetos a una
nómina.

-Y, finalmente, lograr una recaudación suficiente para
mantener los sistemas públicos en Euskadi.

Pero en estos momentos de crisis tenemos también una razón
añadida:

Sólo con recortes no se sale de la crisis.

Reduciendo el gasto público quitaremos impulso a la
economía y sólo conseguiremos reducir la creación de empleo. Por
eso, hoy más que nunca, es vital el impulso público.

En el Gobierno Vasco seguimos ajustando el gasto, pero no
estamos dispuestos a cruzar determinadas líneas rojas.

Por un lado, el Gobierno Vasco considera el presupuesto
como un potente instrumento de política económica. Un instrumento
para garantizar la igualdad y ayudar a la economía y a las familias
en tiempos de crisis

Siempre hemos reivindicado una fiscalidad justa y suficiente
para aplicar políticas públicas en Euskadi.

El mantenimiento de las políticas públicas necesarias para el
desarrollo económico y del empleo, y la prestación de los servicios
públicos fundamentales tiene un coste, y puede generar déficit en
momentos de crisis económica, tal y como ha ocurrido en 2011.

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Pero esta es una situación cíclica que, en los niveles actuales,
Euskadi puede asumir con holgura.

Lo que todo el mundo debe tener claro es que la liquidación
del presupuesto 2011 incorpora todos los gastos. Nosotros no
tenemos facturas en el cajón ni gastos desplazados, y las cuentas
que se presentan están libres de cualquier otro tipo de carga o
servidumbre. Quien diga lo contrario miente.

Además, nuestro nivel de endeudamiento sigue siendo el más
bajo entre las administraciones autonómicas, 4,7 puntos de PIB por
debajo de la media, y en 2012 los gastos por intereses de la deuda
representan poco más del 2% del presupuesto.

El hecho de que los conservadores alemanes y franceses
quieran imponer al resto de países europeos medidas que,
fundamentalmente, sólo conducen a la recesión y más desempleo,
no significa que todos debamos seguirlos al abismo.

Esto es lo que hemos venido planteando a lo largo de esta
legislatura.

No queremos reducir el gasto público porque Euskadi lo
puede pagar y le hace falta para ayudar al empleo y a la economía
vasca. Incluso en Europa ya se están tomando medidas de creación
de empleo.

Esto es también lo que hemos planteado al Sr. Urkullu.
Revisar la fiscalidad, el correcto balance entre ingresos y gastos
públicos para ayudar a la economía vasca y a las familias.

Elaborar entre las tres Diputaciones y el Gobierno Vasco un
único plan contra el fraude fiscal para mejorar la recaudación.

Y estamos esperando su respuesta.

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El PNV está utilizando nuestro autogobierno y autonomía
fiscal no para ayudar a las familias, a las empresas y a la economía
vasca, sino para asfixiar las cuentas públicas de Euskadi.

Pero no todo vale, porque el precio que tienen que pagar nuestras
familias y nuestras empresas es excesivo.

Tratar de conseguir el poder a cualquier precio es algo que no
podemos permitir.

Hemos pedido colaboración al PNV y a otros grupos políticos,
y vamos a seguir haciéndolo. Pero para lograr mayor solvencia del
sector público en Euskadi, para tener recursos públicos para invertir
en la creación de empleo y ayudar a nuestras empresas.

Para eso le hemos pedido colaboración, no para que ataque
al buen nombre de Euskadi, de sus administraciones públicas y de
sus empresas poniendo en riesgo nuestro futuro.

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