La ingeniería social explota la manipulación psicológica para generar que los individuos revelen información sensible y es considerada una de las principales amenazas a la seguridad de la información en las organizaciones. Los atacantes pueden ser empleados descontentos, ciberdelincuentes o estafadores, y su éxito radica en la habilidad de convencer a las personas para que actúen en beneficio de los atacantes. La conclusión destaca que la seguridad de la información es un proceso cultural que requiere de controles adecuados para minimizar el riesgo representado por los usuarios.