El documento describe el constructivismo como un enfoque educativo en el que el conocimiento se construye a través de la interacción del individuo con el mundo. Jesucristo ejerció la mejor enseñanza de todos los tiempos siguiendo los principios constructivistas al usar ejemplos prácticos, hacer preguntas e involucrar a los estudiantes. Para ser efectivos hoy, los maestros deben conocer a sus alumnos y permitir que aprendan de manera activa en lugar de pasiva.
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