El documento contrasta las actitudes destructivas versus constructivas. Describe a los destructores como hipócritas, críticos y que odian a otros, mientras que a los constructores los describe como aquellos que aceptan a los demás, dan esperanza, se fijan metas positivas y apoyan a otros. Finalmente, señala que la misión de los constructores es rescatar a los destructores y cambiar vidas a través de una actitud positiva.