El documento habla sobre la importancia de orar por uno mismo, por los discípulos y por los creyentes. Indica que debemos orar por nuestra propia salvación, protección y santificación, así como por la unidad, protección y testimonio de los discípulos y creyentes, para que el mundo reconozca a Jesús y su amor. También enfatiza la reconciliación que Cristo logró entre judíos y gentiles, haciéndolos uno solo en él.