Pinzaslocas, un cangrejo, se atascó al tratar de atrapar a Alondra, una gaviota con una pierna. Al darse cuenta que Alondra tenía una discapacidad, Pinzaslocas decidió cambiar su actitud y ser más alegre y jugar con los demás animales de la playa. La historia enseña a no guardar rencor y a apreciar la suerte que se tiene.