El resumen describe cómo los números árabes, más prácticos para contar que los números romanos, emigraron de África a Europa para llenar la necesidad de un sistema numérico mejor. Aunque tuvieron dificultades para establecerse debido a la oposición y persecución, los números árabes convencieron a la gente de su utilidad y se convirtieron en el sistema numérico dominante, aunque su origen extranjero ahora se ha olvidado.