La Biblia enseña que Dios nos dio libre albedrío para tomar decisiones, pero que debemos tomar las decisiones correctas orando a Dios y buscando su guía a través de la Biblia y el consejo de otros. Las decisiones que tomamos, especialmente en cuanto a amistades y pareja, pueden afectar nuestra vida y la de los demás para bien o para mal, por lo que es importante pedir la dirección de Dios al tomarlas.