La declaración resume los principales puntos discutidos en la Conferencia Regional de Educación Superior en América Latina y el Caribe de 2008, incluyendo que la educación superior es un derecho humano y bien público, y que los estados deben garantizar el acceso a una educación superior de calidad para todos. También se discutieron los desafíos de expandir la cobertura con calidad e inclusión, promover la diversidad cultural, y avanzar hacia modelos educativos más flexibles.