El documento trata sobre el desarrollo del comportamiento antisocial. Explica que este comportamiento es complejo y está influenciado por factores neurológicos, psiquiátricos y ambientales. Señala algunas regiones del cerebro relacionadas con la conducta moral y social como la corteza prefrontal ventromedial y la amígdala. También menciona que estudios han encontrado factores bioquímicos y la interacción entre genes y ambiente que confieren diferente grado de susceptibilidad para desarrollar este tipo de comportamiento.