Diumenge20.Pps
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Este documento narra una lección que un profesor enseñó a un estudiante universitario. Mientras caminaban, vieron unos zapatos viejos que supusieron pertenecían a un anciano trabajador. El estudiante quería esconder los zapatos para bromear, pero el profesor sugirió poner una moneda en cada zapato para alegrar al hombre. Se escondieron y vieron la gran alegría y agradecimiento del hombre al encontrar el dinero para su familia hambrienta. El estudiante se conmovió profundamente y aprendió
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- 1. "El secreto del éxito en la vida del hombre consiste en estar dispuesto para aprovechar la ocasión que se le depare." Benjamin Disraeli Que tengas un lindo día Con Sonido
- 3. Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones.
- 4. Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias.
- 5. El alumno dijo al profesor: Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre.
- 6. Mi querido amigo -le dijo el profesor-, nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres.
- 7. Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.
- 8. Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo.
- 9. Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar.
- 10. Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda.
- 11. Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.
- 12. El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas.
- 13. Ahora- dijo el profesor- ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?
- 14. El joven respondió: Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir.