El documento repite varias veces las mismas oraciones sobre la naturaleza del amor tomadas del capítulo 13 de la primera carta a los Corintios. Describe al amor como paciente, bondadoso y no envidioso, jactancioso u orgulloso. Afirma que el amor no se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente y no guarda rencor.