Santa Josefina Bakhita nació en Sudán en 1869 y fue secuestrada y vendida como esclava varias veces de niña, sufriendo torturas. En 1882, un comerciante italiano la llevó a Italia donde trabajó para una familia y descubrió el cristianismo. En 1890, Bakhita fue bautizada y en 1893 se unió a la orden de las Hermanas de Canossa, trabajando para los pobres hasta su muerte en 1947. Fue canonizada en el 2000 por el Papa Juan Pablo II como un modelo de emancipación y para inspirar a