El documento describe cómo la Revolución Industrial determinó las condiciones de vida de la clase obrera. Los empresarios capitalistas invirtieron más en maquinaria para aumentar la producción y ganancias, lo que resultó en jornadas laborales más largas de hasta 16-18 horas y salarios más bajos para obreros, mujeres y niños. Esto generó conciencia de clase y movimientos como el luddismo y el cartismo para luchar por los derechos de los trabajadores.