Las adaptaciones para la supervivencia incluyen el color y disposición de plantas y animales, así como su estructura y procesos fisiológicos. Existen tres tipos de adaptación al color: coloración protectora para camuflarse, coloración de aviso para advertir de veneno o mal sabor, y mimetismo para imitar otros organismos. La coloración protectora permite ocultarse de depredadores, mientras que la de aviso hace conocer veneno o mal sabor para disuadir depredadores.