La señora explica que en el pasado no se pensaba en la ecología como ahora, pero que muchas de las cosas que se hacían entonces como reutilizar envases, secar la ropa al aire, usar menos aparatos eléctricos, eran más ecológicas que ahora. Reconoce que el cajero tiene razón al decir que su generación no se preocupó por el medio ambiente, pero que algunas prácticas del pasado eran en realidad más sostenibles que las de hoy.