En el artículo, Victoria Camps argumenta que la educación es necesariamente normativa y tiene la función de integrar a los individuos en la cultura. Ella afirma que la educación implica formar el carácter de los estudiantes y transmitir valores para promover un mundo más civilizado. Aunque algunos creen que enseñar valores morales podría estar en conflicto con la sociedad, Camps concluye que la dimensión ética es intrínseca a la educación.