Este documento narra la historia de un mago llamado Harry que vivía solo en un castillo que había creado con su varita mágica en el Bosque de Palermo. Un día, al explorar las habitaciones del castillo, Harry encontró un ataúd del que emergió Drácula, quien le explicó que su antigua casa había sido convertida en piedra por un hechicero. Harry se dio cuenta de que ambos habían creado sus casas con magia, por lo que decidieron compartir el castillo y se hicieron buenos amigos.