Este documento discute el empoderamiento de los actores sociales como una estrategia para reconstruir el currículo educativo en Venezuela con base en una visión de la educación como un continuo humano. Propone que los docentes, padres, estudiantes y comunidad deben participar activamente en el diseño e implementación del currículo para que este refleje las necesidades locales y promueva el desarrollo social.