El documento discute las creencias cristianas sobre el infierno, el alma y la vida después de la muerte. Según el autor, la Biblia enseña que el alma muere cuando el cuerpo muere, y que cuando uno muere va a la tumba a dormir hasta la resurrección. El infierno es un lugar de castigo temporal antes de la destrucción final en el lago de fuego. Aquellos sin fe en Cristo resucitarán para ser juzgados y destruidos, mientras que los creyentes recibirán vida eterna.