Un mago intentó entretener a los pasajeros de un autobús lleno usando trucos de magia. Hizo que el autobús pareciera elevarse, asustando a los pasajeros, quienes le pidieron que lo bajara soplando todos. Luego hizo que la erección de un anciano se levantara, provocando la reacción sorprendida de los pasajeros, hasta que su esposa amenazó con quemar vivo al primero que soplara.