Este documento describe los poderosos efectos de la oración a través de varios pasajes bíblicos. La oración hace que Dios escuche, que su poder descienda a la tierra, que se manifieste el poder del Espíritu Santo, que las personas sean nuevas criaturas, que se rompan las cadenas, y que Dios obre sanidad y liberación. También hace que la salvación llegue a los hogares, que reine la unidad en la iglesia, y que el evangelio se expanda por todo lugar.