El documento describe la grave crisis alimentaria mundial actual, atribuyéndola a varios factores como la producción de biocombustibles, las políticas del FMI que socavaron la agricultura nacional, y la especulación en los mercados de granos. Se culpa a los biocombustibles, al FMI y a la especulación de empeorar el hambre. También se discute cómo la globalización y el libre mercado han perjudicado a los pequeños agricultores y aumentado la pobreza.