El Muro de Berlín separó Berlín Occidental de Berlín Oriental entre 1961 y 1989, dividiendo a Alemania durante la Guerra Fría. Midió más de 120 km de largo y 3,6 m de alto, e incluyó alambre de púas, cables de alarma y torres de vigilancia. Su caída en 1989 simbolizó el fin de la división de Alemania y el comunismo en Europa del Este.