El documento describe las características de un espíritu superior como el de Daniel. Un espíritu superior se manifiesta a través de la disposición a no contaminarse y a humillarse ante Dios, la comunicación constante con Dios a través de la oración, y la visión y comprensión de los misterios y planes de Dios. Aquellos con un espíritu superior serán elevados por Dios para alcanzar lo inalcanzable y recuperar lo perdido.