La encriptación transforma la información en una forma difícil de descifrar mediante el uso de algoritmos y llaves. Existen dos tipos principales de encriptación: la simétrica, donde una sola llave secreta se usa para encriptar y desencriptar, y la asimétrica, donde se usan llaves públicas y privadas para permitir el intercambio seguro de información entre dos partes. La encriptación de mayor bits ofrece mayor seguridad, con 1024 bits siendo el estándar actual más fuerte, aunque 40-512 bits siguen siendo ampliamente