La energía eólica es energía generada por la utilización del viento, que ha sido usada por el hombre desde la antigüedad para impulsar barcos y molinos de viento. Aunque no genera gases tóxicos ni contribuye al efecto invernadero, los parques eólicos pueden afectar negativamente al suelo, la flora y la fauna local debido a la erosión y pérdida de flora causadas por la construcción.