Este documento analiza las características y comportamientos de las corporaciones. Argumenta que aunque las corporaciones carecen de conciencia y valores éticos, la gente tiene el poder de limitar su influencia restaurando la cultura como centro del poder social. También sugiere examinar las leyes que crearon a las corporaciones y determinar qué organismo puede hacerlas responsables. Concluye que las corporaciones son necesarias pero deben buscar el equilibrio entre la productividad y la sustentabilidad sin dañar a otros o manipularlos.