La situación geográfica de la Península Ibérica presenta varios condicionantes físicos y humanos. Geográficamente, la península se caracteriza por su carácter peninsular, su posición entre el Atlántico y el Mediterráneo, y su relieve central compuesto por la meseta. Estos factores han dado lugar a contrastes climáticos, biogeográficos y de paisajes agrarios. Debido a su ubicación, la península ha sido históricamente una encrucijada de civilizaciones